Nuestra meditación de hoy, al igual que la del día de ayer, consta de dos fases. En la primera, a través de la activación, comenzaremos a establecer un anclaje y una sensación de seguridad en nuestro cuerpo. Desde ahí, nos moveremos hacia una segunda fase estática o un estado meditativo más profundo, en el que empezaremos a conectar y transformar versiones y narrativas del pasado.

Es importante que, en la segunda fase, te sientas completamente cómoda y relajada. Puedes elegir la postura que prefieras: permanecer sentada o tumbarte sobre tu esterilla o una manta de yoga.